domingo, 16 de enero de 2011

lunes, 10 de enero de 2011

Expo Pilar de la Horadada, ¿sí o no?




Tengo una gran duda. ¿Debería ir a la Expo de Pilar de la Horadada? Me pilla muy cerca de casa... ¿debería ir con Jan Jan?

Should I go to the next cat contest? It's near my hometown, but I have some doubts about going or not...
The last time I was in one contest, I spent a great time there, but this time, Jan Jan is a bit stressed and he's licking himself too much... so he has now his belly without fur.


En mi primera expo (y única que he hecho xD), estuve en Valencia y me lo pasé muy bien. Sin embargo, Jan era también novato y estuvo un poco nerviosillo.

Mi duda está en que ahora Jan ha crecido con respecto a la anterior expo (sólo tenía 11 meses) y ahora está mucho más guapo... peeero a causa de que yo estoy trabajando y paso más tiempo fuera de casa, a Jan le ha dado por pelarse a lengüetazos la barriga:






Apenas se le nota y parece un remolino de pelos que ha dejado al descubierto su sonrosada barriguita, pero lo que me preocupa es que está estresado y sabiendo que en la de Valencia costó que se calmara, pues sería estresarlo aún más... ¿no?

Should I go? He's absolutely cute now, he's bigger than he was in Valencia, but if he's stressed I don't know what to do :(

...pero por otro lado está tan guapo... :S





martes, 4 de enero de 2011

¿Desungular? NO!!

El otro día conocí a una persona que tenía a su gato desungulado. Cuando le dije que esa práctica era una bestialidad me miró con sorpresa, ignoraba totalmente el salvajismo que conlleva. Sé que muchísima gente que desungula a sus gatos no lo hace a mala fe, lo hacen por desconocimiento, lo hacen porque no saben lo cruel que es y que además, con unas sencillas pautas puedes tener a tu gato con unas uñitas arregladas y tus muebles a salvo. ¿Cómo? Sencillo, y voy a explicarlo en esta entrada.
Antes de comenzar, me gustaría explicar qué es la desungulación.

"¿qué es desungular? es la eliminación de las uñas del gato mediante una operación quirúrgica. Esta operación se llama Desungulación. No obstante, el término desungular es demasiado suave para lo que realmente es la operación y las consecuencias que ésta tiene en el felino. La operación es complicada ya que consiste en amputar la última falange del dedo del gato, base del tendón retráctil y lugar del nacimiento de la uña. Con ella las uñas retractiles que habría utilizado a lo largo de su vida para rascarse, jugar, caminar y defenderse desaparecen para siempre." Fuente: Mundogatos.

Para que os hagáis una idea, es como si nosotros nos cortáramos la última falange de nuestros dedos, la de las uñas. Es, dicho claramente, una AMPUTACIÓN.


Si a nosotros nos cortaran esa parte de los dedos, ¿acaso no tendría consecuencias psicológicas y físicas para nosotros? Pues en los gatos pasa lo mismo:

"Pierden la capacidad para rascarse en muchas zonas de su cuerpo.
- Pierden flexibilidad y tonicidad que mantenían gracias al estiramiento durante el rascado.
- Actividades como escalar, mantenerse en superficies estrechas, o incluso salir de algún apuro se vuelven difíciles o imposibles.
- Sus juegos se ven reducidos. No puede agarrar los muñecos, lanzarlos, atraparlos...
- Dificulta la tarea de excavar y cubrir su desechos.
- En caso de peligro la capacidad de defensa del gato disminuye considerablemente.
- Situación psicológica: la incapacidad para hacer todas las tareas anteriormente enumeradas le crea una sensación de ansiedad y angustia, lo que le sume en una situación depresiva, volviéndose un animal retraído, llegando a aislarse voluntariamente. Además el gato utiliza el rascado como descarga de estrés. Cuando el gato tiene una acumulación de energía utiliza el rascado como una liberación ante ese acumulo, y le permite relajarse y volver a la rutina de nuevo. Privarle de ello contribuye a desequilibrios emocionales".
Fuente: Gatofeliz

Sé de casos en los que el animal deja de hacer sus necesidades en su cajón de arena por el mero hecho de problemas psicológicos y por el dolor que le produce enterrar sus caquitas; y otros que se vuelven ariscos. Sé también que la propia operación en algunos casos se complica y el postoperatorio no es fácil... vamos, volviendo a lo mismo, estamos hablando de una crueldad.

En algunas comunidades autónomas esta práctica está prohibida, pero desgraciadamente son las menos. Muchas veces queda a juicio del veterinario que, o bien desaconseja la práctica, o bien la realiza bajo el lema del "tú pagas, yo trabajo". Así pues, nos tenemos que concienciar todos de que esta práctica puede tener consecuencias para tu mascota bastante graves.

Ahora bien, ¿cómo salvar nuestros muebles?

La clave está en una educación correcta del gato y en un recortado periódico de las uñas.
En mi caso, al ser Jan Jan de un criadero responsable, vino aprendido a afilarse las uñas en su rascador. Sin embargo, eso no quita que un gato que no esté acostumbrado no se le pueda enseñar a afilarse las uñas en uno de ellos.

Lo primero es conseguir un rascador. Hay de muchas formas, colores y tamaños, lo podéis comprar, o incluso por internet podréis encontrar "recetas" para hacer uno casero. El que Jan Jan tiene, no es que sea excesivamente grande, pero es lo suficiente como para que un gato de 7 kilos se pueda afilar las uñas sin volcarlo, ya me entendéis ;) Para hacer que les guste, sólo tenéis que hacer ruidito como si tú mismo te afilaras las uñas, eso les estimula a hacerlo ellos también. Podéis pulverizar el rascador con sprays de "catnip" (en tiendas de animales), una hierba que atrae a los gatos y hará que el rascador les llame la atención. Y por supuesto tened paciencia, es el secreto para que al gato le termine gustando algo ;)





Si ya tiene la manía de rascar en los muebles, tened a mano un spray pulverizador rellenado de agua. Cuando el gato esté rascando en el sofá, pulverizadle sin que os vea (es muy importante que no os vea porque si no os asociará con el agua). Mientras adiestráis al gato a usar su rascador, también es conveniente colocar cinta de carrocero en las zonas donde se afila las uñas, ya que así les deja de gustar ese sitio y buscará otro... el rascador, por ejemplo ;) Pero ante todo, lo que hay que tener es muchísima paciencia, sobre todo con gatos que ya no son unos bebés.

Otra cosa que es conveniente hacer es recortarle las uñas periódicamente. Esto evitará que nuestro gato se quede enganchado en algún sitio al sacar las uñas, ¿quién no ha tenido algún enganchón en la cortina porque el gato ha visto una mosca posada en una de ellas?

Recortarle las uñas es muy sencillo; pero se requieren dos cosas: que el dueño aprenda, y que el gato se acostumbre. Yo tuve la suerte de tener muy buenas profesoras, tanto su criadora, como Kian, me dieron buenas clases... y aparte, la primera vez que llevé a Jan al veterinario, allí también me dieron una buena lección de cortado de uñas. Vamos, que entre una cosa y otra, ahora soy toda una experta (aunque está mal que yo lo diga... mwajajaja)

¿Cómo cortar uñas?
Necesitas unas tijeras como estas:


Cortar es muy fácil, pero hay que tener un poco de cuidado para no hacer daño al gato. Dentro de la uña, hay una zona rosita que NO HAY QUE CORTAR.

(Fuente foto: mundodelkitty)

Llevando cuidado con eso, lo demás es coser y cantar. Si no te atreves, corta al principio sólo la puntita, y ya verás cómo poco a poco te vas acostumbrando… y el gato también. Si no se deja, prueba hacerlo cuando esté medio dormido, o pedir ayuda a alguien para que te sostenga al gato, y cuando acabes dale algún premio, para que asocie el cortado de uñas con la recompensa. A mí también me funciona rascarle la pancita entre uña y uña, así se relaja. Y bueno, aquí os dejo un vídeo para que veáis que, con paciencia, el gato aprende a dejarse hacer ;)



Espero que esta entrada os haya resultado útil, consideradla como mi regalo de Reyes ;)